Reformar nuestra vivienda puede suponer una solución perfecta para transformarla en el hogar de nuestros sueños pero, si no la planificamos adecuadamente, puede acabar convirtiéndose en una verdadera pesadilla.
A continuación te contamos algunos de los problemas y errores más frecuentes comunes que cometemos en estos proyectos, comparando realidad Vs expectativas cuando reformas tu casa.
1. Reformar sin planificar
Un salón más amplio, una terraza acristalada, un jardín con piscina… Sean integrales o parciales, las reformas siempre añaden valor a tu vivienda. Sin embargo, este tipo de proyectos requieren una planificación exhaustiva si queremos que el resultado esté a la altura de nuestros deseos. Emprender una reforma sin tener en cuenta nuestras necesidades reales es uno de los mayores errores que podemos cometer así que, antes de empezar, tómate tu tiempo para pensar en tus prioridades.
2. Planes de acción inviables
Si te preguntan cómo es tu casa ideal, seguro que te vienen muchas ideas a la cabeza pero, ¿te has planteado si es realmente posible cumplir todos tus deseos? Por mucho que te guste el “open concept”, por ejemplo, no podrás aplicarlo si necesitas tirar abajo un muro de carga. La mejor solución para evitar estos problemas es poner nuestro proyecto en manos de un profesional cualificado, que pueda asesorarnos sobre su viabilidad y proponernos la mejor solución para alcanzar nuestros objetivos.
3. Convivir con las obras
Las reformas integrales son una opción excelente para lograr la vivienda perfecta, pero debemos ser conscientes de que las consecuencias que van a suponer los trabajos para su ejecución. Es inevitable que las obras pongan tu casa patas arriba durante unos días, especialmente si tu proyecto requiere demoler paredes, solar o renovar el alicatado o instalar un nuevo sistema de calefacción, por ejemplo, así que, a la hora de planificar, ten en cuenta la limpieza para minimizar las molestias.
4. Polvo, suciedad y escombros
Convivir con las reformas no es una tarea fácil. Por muy pulcros que sean los albañiles y demás profesionales encargados de acometerlas, estos trabajos siempre generan ruidos, polvo y suciedad. Ármate de paciencia y piensa que estas molestias solo son temporales. Además, realizar una buena limpieza al finalizar la jornada de trabajo también es una práctica muy recomendable para contener el caos asociado a una reforma.
5. Impuestos, licencias y permisos de obras
Antes de realizar obras en casa, especialmente en el caso de reformas integrales, comprueba si necesitas el permiso de la comunidad de vecinos y asegúrate de que cuentas con todos los permisos y licencias de obra necesarios. La opción más cómoda es que tu arquitecto o constructor se encargue de la tramitación de estos permisos, con lo que podrás olvidarte de la burocracia y asegurarte de que todo está en regla.
6. Problemas de convivencia
Si vives en un edificio plurifamiliar, debes ser consciente de que hacer obras en casa también supondrá molestias para tus vecinos, como los ruidos, la suciedad en las zonas comunes o el trajín de trabajadores en la escalera o el portal. Planifica tus trabajos para minimizar estos inconvenientes e infórmate de cómo gestionar adecuadamente los residuos producidos por las obras, como los escombros de las demoliciones
7. Plazos interminables
¿Una reforma que debería haber durado solo unos días ha acabado empantanando tu casa durante semanas? Concretar el plazo de ejecución de una reforma es una de las claves del éxito para estos proyectos, con la que evitarás que el caos se instale en tu hogar más tiempo del estrictamente necesario. Los expertos recomiendan que a la hora de firmar el contrato se especifiquen claramente los plazos de entrega y se incluya una penalización por retraso, para asegurarnos de que nuestro proyecto estará terminado en la fecha prevista.
8. Sobrecostes
Uno de los mayores temores a la hora de acometer una reforma es que, al llegar a su conclusión, el coste total sea mucho más elevado que nuestro presupuesto inicial. Antes de aceptar un presupuesto, comprueba que se detalla claramente las mediciones y trabajos a realizar, así como el coste de los materiales y el de la mano de obra necesaria. Así, evitarás incrementos inesperados en el coste de la obra.
9. Encontrar al profesional adecuado
La mayoría de los problemas anteriores asociados a una reforma tienen la misma causa: no contar con los profesionales adecuados. Es cierto que recurrir a un arquitecto o un diseñador de interiores elevará el precio final de tu reforma pero a cambio, te asegurarás de que la realidad satisface tus expectativas. Además, prescindir de los servicios de estos profesionales puede ocasionarte problemas mucho más graves y costosos de solucionar si aparecen problemas imprevistos una vez iniciada la obra como consecuencia de una mala planificación.
10. Puesta a punto final
La suciedad es uno de los mayores inconvenientes que supone cualquier reforma. Si bien es cierto que no podemos evitar la generación de residuos durante las obras, emplearnos al máximo en la limpieza antes, durante y después de su ejecución nos facilitará mucho convivir con ellas.